Recuerdo mejor mi segundo viaje a Ibiza que el primero, pero creo que el segundo fue también la consecuencia del primero.
No recuerdo ni que año era....solo que me ofrecieron ayudar a María Montoya para entrenar a las que hoy día (algunas de ellas) son mis compañeras de equipo.
No recuerdo ni que año era....solo que me ofrecieron ayudar a María Montoya para entrenar a las que hoy día (algunas de ellas) son mis compañeras de equipo.
Demasiado nivel para mí pensé en un principio, pero bueno acepté y como consecuencia me tocó viajar a Ibiza cuando llegó la Semana Santa.
Recuerdo que íbamos Esther y yo de entrenadoras y todavía no había una gran complicidad entre las jugadoras y nosotras, pero lo cierto es que eso no tardó en llegar. Es cierto, como dice Julio, que los aires de allí son diferentes y te transforman, así que para el segundo día ya éramos todas viejas conocidas. Risas en todo momento, actuaciones improvisadas en ese escenario del hotel, y por supuesto, basket.
No tengo mucho recuerdo de los partidos (mi edad ya hace que olvide las cosas con frecuencia, así que...) y eso que creo que fue uno de los años que mejor se quedó en la clasificación, pero yo en verdad, recuerdo otras cosas...un gran grupo de gente pasando unas vacaciones inolvidables haciendo lo que más les gusta que es jugar al basket. Gymkhanas en los ratos libres, baños en la piscina cuando el tiempo lo permitía y bueno...la fiesta del último día que mejor no recordar, jejeje...aunque algunas seguro que no lo olvidan nunca...Pasó de todo en esos días pero a mi mente cada vez que lo recuerdo viene una imagen super agradable, una piña que la conforma este maravilloso club.
Mi segunda vez fue muy diferente....pero casualmente, por las cosas del destino, repetía con la misma gente pero de manera diferente.....Decidimos un día entrenando que podíamos pasar las vacaciones en equipo, yendo a Ibiza. Pues dicho y hecho. Allá que nos embarcamos las cuatro Marías ( Marta, María M. Yanira y yo), mas el mister y algunos mas...
Lo cierto es que en estos días basket no vimos demasiado, pero hicimos grupo que era de lo que se trataba, jjejeje...revolucionamos el hotel, creo que animamos un poco las noches y las mañanas (menudos desayunos recién llegadas de marcha) y sobre todo, bailamos un montón. Menudos bailongos que nos montábamos a las noches en esa terraza con la profe de baile, las juergas a las que se apuntaba hasta el de seguridad del hotel. Tampoco voy a contar todos los detalles de esas vacaciones, jaja... pero me lo pasé genial.
Repetiría una y mil veces un viaje así, si pudiese y animo a todo el mundo a que lo haga porque por muchas palabras que pongamos en estas memorias, no se puede explicar lo que se siente y como se vive estando allí.
Pasarlo muy bien y disfrutar por los que no podemos ir.
Pasarlo muy bien y disfrutar por los que no podemos ir.
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Vanesa Macaya