Soy un poco petarda en esto de escribir, pero como ha escrito toda mi familia yo no voy a ser menos.
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El año pasado, mis perspectivas de Semana Santa eran nulas, mi hermana, iba a Ibiza, mi otra hermana con sus amigas sin rumbo y yo con mis padres a Salou. Pero 2 días antes del viaje, suena el teléfono de casa, contesta mi adorada madre, ¡¡Dime Julio!!! mientras yo pensaba, para que llama este a estas horas, mi madre decía ¡No fastidies! Y todo cosas así. Yo decía pero que le estará diciendo!! cuando ya mi madre, al cabo de un tiempo (que a mí se me hizo eterno yo que quería saber que pasaba) mi madre colgó ¡por fin!
Y me dice Amaia era Julio para decirme que haber si quieres ir a IBIZA con la infantiles, yo como una loca gritando y diciendo que si, que si que quería ir. Esa misma noche llame a muchísima gente para contarles este notición y todos me decían ¡que morro! Y yo súper feliz.
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Cuando llegue al colegio ya ¡¡fue lo mejor, se lo conté a todo el mundo!! todo genial. Cuando llegamos el martes (día de salida) me sentía un poco rara, ya que no iba con mis amigas aunque me llevaba muy bien con Maialen e Irati y luego el equipo de mi hermana.
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El viaje fue un poco agotador ya que son muchas horas de autobús. Cuando llegamos a Valencia ya estaba bueno, bueno, ya mucho más cerca de ese paraíso que mi hermana me había contado.
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Cuando llegamos a ese hotel, ese hotelazo menudo hotel, y cuanta gente de básquet, menudo ambiente. Todas las cosas que veía, que sentía, pensaba si estaría aquí con mi equipo, las tenía en mi pensamiento a todas horas.
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Por fin este año vamos todas, bueno menos CECI.
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Los partidos los perdimos, pero lo bien que me lo pase, con todas estas, los bailes en la terraza, la gente que conoces, el buffet del hotel, todo me gusto, haber si este año ganamos algún partido, y ya todo genial.
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Gracias Julio, por llevarnos a pasar una aventura solo de baloncesto y para los de baloncesto.
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Amaia Lanz
