Aquel año fuimos las primeras en tener esa oportunidad de ir a IBIZA, todo se nos hacia grande ya que por lo menos a mi se me hacia raro, al estar en un frontón pasando frío y las manos heladas, y siempre manchadas de negro, a jugar un torneo de baloncesto de verdad. Para mi era una gran oportunidad de aprender aun mas el deporte que mas me fascina.
-
Recuerdo el viaje en autobús que se nos hizo eterno, mucho calor y con muchos nervios, no paramos quietas en todo el viaje, de un sitio a otro y escuchando música. Una vez llegado a Denia (Valencia) nos pararon directamente en el puerto, y ahí ya era ohh….¡¡ ahí nos vamos a montar? Tenia un poco de miedo pero la ilusión te quitaba el miedo y te olvidabas donde estabas. Al zarpar parecía la despedida del Titanic todos diciendo adiós pero no sabes a quien… Desde ahí los nervios te podían, descubriendo cosas en la popa o en la proa da igual con tal de estar viendo todo sin perder detalle.
-
Llegamos a Ibiza y tuvimos el primer partido en esas canchas rojas que siempre se te quedaban manchadas las zapatillas, y el sol dándote de cara. Cuando miraba alrededor de que equipos estaban jugando veía una gran diferencia de juego, todos tenían sus jugadas, su equipación todos sus bolsos iguales, en fin que no nos hacíamos a la idea aun donde estábamos, pero si que éramos un gran equipo.
-
Lo mejor eran los desayunos del hotel, me puse las “botas” al desayunar todas las mañanas “fritanga” (salchichas, huevos…) y el típico zumo de naranja. Luego podíamos ir a la piscina que tenia nuestro hotel y q lujo madre mía… todo era un Espejismo.
Hubo un día que no se exactamente que paso que empezó Fari y Víctor Vera a tirar a la piscina a todo lo que se encontraba a su paso… ¡ala con ropa y todo Leti, Víctor, Maider Valencia y yo a la piscina con ropa. Me lo pase muy bien ese día porque había una sensación de compañerismo que a mi me gustaba.
-
Recuerdo el viaje en autobús que se nos hizo eterno, mucho calor y con muchos nervios, no paramos quietas en todo el viaje, de un sitio a otro y escuchando música. Una vez llegado a Denia (Valencia) nos pararon directamente en el puerto, y ahí ya era ohh….¡¡ ahí nos vamos a montar? Tenia un poco de miedo pero la ilusión te quitaba el miedo y te olvidabas donde estabas. Al zarpar parecía la despedida del Titanic todos diciendo adiós pero no sabes a quien… Desde ahí los nervios te podían, descubriendo cosas en la popa o en la proa da igual con tal de estar viendo todo sin perder detalle.
-
Llegamos a Ibiza y tuvimos el primer partido en esas canchas rojas que siempre se te quedaban manchadas las zapatillas, y el sol dándote de cara. Cuando miraba alrededor de que equipos estaban jugando veía una gran diferencia de juego, todos tenían sus jugadas, su equipación todos sus bolsos iguales, en fin que no nos hacíamos a la idea aun donde estábamos, pero si que éramos un gran equipo.
-
Lo mejor eran los desayunos del hotel, me puse las “botas” al desayunar todas las mañanas “fritanga” (salchichas, huevos…) y el típico zumo de naranja. Luego podíamos ir a la piscina que tenia nuestro hotel y q lujo madre mía… todo era un Espejismo.
Hubo un día que no se exactamente que paso que empezó Fari y Víctor Vera a tirar a la piscina a todo lo que se encontraba a su paso… ¡ala con ropa y todo Leti, Víctor, Maider Valencia y yo a la piscina con ropa. Me lo pase muy bien ese día porque había una sensación de compañerismo que a mi me gustaba.
-
En la cancha éramos un equipo, Shei y Mariet, las bases, Helen, Eva, Inma, Lorena yo, las aleros, Ohiane, Ratxel, Cris, las pivot’s, nos defendíamos bien en la cancha, que gran equipo, espero que algún dia nos podamos juntar todas y volver donde antes. Y poder tener una segunda oportunidad.
-
En aquel momento me di cuenta que estábamos en la pura realidad, dos equipos de un pueblo de Pamplona en la isla más famosa de toda España.
-
Laura Moscoso